sábado, 24 de enero de 2009

Seguir defendiendo la alegría

Hoy me he tocado acordarme de una canción, o más bien de la frase de una canción, que canta Sabina "como si me quisiera gastar el destino una broma macabra..."

Quizá me he acordado porque, personalmente, estoy pasando por un momento crítico de los que comentaba en mi último post, y el destino ha querido seguir con su "broma macabra", como si quisiese retarme a cumplir de verdad las palabra que el día 22 escribí (Dicen las malas lenguas que los consultores no aplicamos lo que escribimos ni lo que enseñamos en los cursos).

Así que hoy me veo obligado a seguir defendiendo la alegría como una trinchera, y no sólo a defenderla sino a tratar de contagiarla.

En algún curso me dijeron que los chinos utilizan la misma palabra para decir crisis y para decir oportunidad, ignoro si me engañaron, pero yo decidí creérmelo. (También soy de los que creo que el día que salten todos los chinos la hemos liado, pero ese es otro tema) El caso que yo ya intuía que el 2009 vendría con crisis, y que hoy estoy en proceso de asimilarlas como oportunidades que me/nos refuercen, y estoy convencido (o quiero estarlo) que, aunque con estas crisis, perdemos muchas cosas, es posible ganar otras que, en ocasiones, no sabíamos ya por donde andaban, porque nos habíamos olvidado incluso de que existían y no nos molestabamos en buscarlas.

Así que ya sabéis, cuando os hablen de crisis, pensad sólo en las importantes, las demás no valen la pena, y pensad en los chinos, que mientras ellos no salten todo va bien.

jueves, 22 de enero de 2009

Defender la alegría

Hoy no me puedo quitar de la cabeza la poesía "Defensa de la alegría" de Mario Benedetti.
Estoy convencido de que la alegría y el buen humor son motores de cambio fundamentales en las personas y en las organizaciones. Hoy sufrimos tiempos críticos, de cambios que no siempre son buenos, turbulentos, y a veces tristes, y es, en estos momentos, donde es más necesario que nunca defender la alegría, hacer gala del buen humor y reírse de aquello que alguna vez nos preocupó.
Hoy, también, me doy cuenta de que, en algunos sectores, hay profesionales de la alegría, personas que conviven con el dolor y con la desesperanza y que, a pesar de ello defienden y transmiten el buen humor. Personas que ignoro si tuvieron un expediente brillante o no, si fueron, o no, el número uno de su promoción, pero que defienden la alegría como la columna vertebral de su trabajo y son capaces de hacer más sencilla la vida a algunas personas.
Hoy me siento de buen humor, por ganas y por necesidad. Hoy siento que no hay crisis que se supere sin alegría y sin sentido del humor, y aunque no son estos los únicos factores, son esenciales para salir reforzado en determinados periodos.
Hoy os invito a sonreír, os invito a leer esta letra de Benedetti y os invito a estar de buen humor si estáis en un momento crítico. Hoy "me apunto" a defender la alegría.

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del caos y de las pesadillas
de la ajada miseria y de los miserables
de las ausencias breves y las definitivas

defender la alegría como un atributo
defenderla del pasmo y de las anestesias
de los pocos neutrales y los muchos neutrones
de los graves diagnósticos y de las escopetas

defender la alegría como un estandarte
defenderla del rayo y la melancolía
de los males endémicos y de los académicos
del rufián caballero y del oportunista

defender la alegría como una certidumbre
defenderla a pesar de dios y de la muerte
de los parcos suicidas y de los homicidas
y del dolor de estar absurdamente alegres

defender la alegría como algo inevitable
defenderla del mar y las lágrimas tibias
de las buenas costumbres y de los apellidos
del azar y también, también de la alegría.

(Mario Benedetti)

sábado, 10 de enero de 2009

Frío sobre el frío

Ayer también nevó en el otro Madrid, en la ciudad dentro de la ciudad, allí la nieve está sobre el marmol, el frío sobre el frío.


Cementerio de la Almudena. Madrid









Cementerio civil. Madrid






viernes, 9 de enero de 2009

¡Nieva!

Como dicen en los medios, hoy la actualidad manda, y una imagen vale más que mil palabras.

Tenéis más fotos en http://picasaweb.google.es/dosabrazos/NieveEnSanchinarro#










lunes, 5 de enero de 2009

¡Bienvenidos!

Leo en la Gaceta de los Negocios, que, según un estudio de la empresa Personality Media, los Reyes Magos generan más confianza en España que Papá Noel, y son los preferidos por los Españoles (Si bien en Barcelona casi empatan con el gordo de Cocacola). Supongo que el motivo es fácil de deducir, Los Reyes Magos existen y el otro no...es obvio.

Esta tarde iré a la cabalgata de Madrid, y veré como Sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente desfilan en sus carrozas por el Paseo de la Castellana, esta tarde les miraré a ellos, y miraré a la gente, esta tarde veré en los ojos de los madrileños, niños y grandes, las mirada de ilusión y de asombro que genera una noche tan mágica como esta. Esta tarde creeré de nuevo en Sus Majestades (nunca he dejado de creer) porque cuando se ven esas caras de ilusión se entiende que responden a una realidad, y no a un engaño. Es como cuando en mis cursos afirmo que visionar el éxito te ayuda a conseguirlo, o como cuando pienso que pensar en los seres queridos fallecidos les hace estar vivos.

Pues esta tarde y mañana el deseo de niños y mayores hará que existan de nuevo Sus Majestades, en el corazón de los que creemos de verdad en ellos.

Esta tarde pensaré también en los niños (en los Santos Inocentes) que están muriendo en Palestina o en cualquier otra guerra injusta, pensaré en Sole, en mi Sole (de la que aún no os he hablado, pero os hablaré) que siempre será una niña por mucho que crezca, y pensaré en Emma, a la que como a tantas niñas en países no desarrollados le robaron la infancia. Esta tarde veré a Los Reyes Magos entrar en Madrid y creeré en ellos y les pediré miradas de ilusión para todos los niños y mayores que sufren y que, a veces tenemos tan olvidados....

Y esta noche, un año más, pondré los tres vasitos de licor y los polvorones al pie del árbol, porque nunca dejaré de creer en Ellos.

¡Bienvenidos Majestades!