martes, 30 de septiembre de 2008

Crónicas Argentinas: Buenos Aires, a ritmo de tango


Sur... paredón y después...

Sur... una luz de almacén...

Ya nunca me veras como me vieras,

recostado en la vidriera

y esperándote,

ya nunca alumbrare con las estrellas…


El tango suena en la “Esquina de Homero Manzi”, el café donde el mismo Manzi compartió letras, matess y melodías con intelectuales y artistas de un Buenos Aires ya muy lejano.

El tango, letra triste, desesperada, pesimista, es, hoy, más que nunca el símbolo de una Argentina deprimida. (Ya nunca me verás como me vieras) Han servido tan sólo tres semanas para darme cuenta del pesimismo reinante en el país, tres semanas de compartir taxis, mates, cafés y cenas con argentinos ricos, pobres y muy pobres para darme cuenta de cómo han hecho suya las letras de los tangos más tristes. Tres semanas sin encontrar una frase esperanzadora sobre una tierra de la que los gobernantes han hecho durante años su cortijo particular….

Un país maravilloso, culto, afable, y con una riqueza natural impresionante, es hoy una letra de tango.

Mi visita comienza en Buenos Aires. Desde la ventana del café Tortoni todo parece distinto a como es en realidad. Pasear por la Avenida de Mayo, Florida, o Corrientes es pasear por el bullicio, y entremezclarse con el ir y venir de porteños y turistas, es chocar con los profesionales con prisa, hablando por el manos libres del móvil, es sortear extranjeros cargados de bolsas con artículos de cuero comprado a precio de dólar, es observar con admiración a jóvenes y mayores que llenan teatros, cafés y librerías. La ciudad late con fuerza, aparenta ser una ciudad viva, potente, con garra. Una garra que atrapa al madrileño desde el minuto uno, y que le hace sentirse, de pronto, uno más en esa gran ciudad.

Pero el alma del porteño late a otro ritmo, el alma del porteño parece pasear por el cementerio de la Recoleta, entre tumbas y mausoleos, el alma del porteño bebe su mate amargo, y no puede ignorar la multitud de vagabundos que duermen en la plaza Mariano Moreno, frente al congreso, y que hace años no estaban allí, el alma del porteño no ignora las decenas de manifestaciones que diariamente recorren la ciudad. El primer día me topé con cuatro protestas, jubilados, padres de niños con discapacidad, estudiantes y estibadores del puerto. Al día siguiente habría previstas otras cuatro, colectivos, usuarios de tren, maestros, madres de mayo… Las manifestaciones en Buenos Aires se han hecho tan cotidianas como los vagabundos, forman parte del paisaje urbano…el turista las encuentra y las sortea incomodo, el porteño las asimila con pena en su alma de tango y alimenta con ellas la desesperanza al pensar en su ciudad, en su pais. En el teatro Gran Rex, Les Luthiers hace reír a un público que necesita risas, porque está harto de llorar por su Argentina querida. En la Casa Rosada ya les hicieron y les hacen llorar.… En la casa de gobierno los actores que hacen llorar entran y salen en helicóptero, para no ver así el tango que se baila en las esquinas de San Telmo y en el corazón de los argentinos…

La ciudad me hechizó, me atrapó, me conquistó, se que volveré, se que me encontraré de nuevo con el ritmo y el bullicio en sus calles, pero, apagada la rápida milonga, volveré a encontrarme con el corazón de los Buenos Aires a ritmo de tango...


Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver, no habrá más pena ni olvido(…)

En la cortada más maleva una canción
dice su ruego de coraje y de pasión,
una promesa
y un suspirar,
borró una lágrima de pena aquel cantar.

martes, 23 de septiembre de 2008

Nuevo curso, nueva epoca, nuevo blog

Pues como lo prometido es deuda...aquí estoy de nuevo, y con los cambios anunciados. A partir de hoy encontraréis un nuevo blog, más agil, más atractivo a la vista y con nuevos contenidos. Un blog nuevo, que no rompe con el pasado sino que lo ampliará y enriquecerá.

He decidido cambiar el diseño y caer en las garras de google (blogspot). Esto me permitirá mayor agilidad a la hora de colgar fotos, videos, etc, además será más rápida la edición de vuestros comentarios.

Por otro lado he decidido acabar con mi propia autolimitación de contenidos y sentirme más libre al escribir. El corsé de los Recursos Humanos me hacía, en ocasiones, caer en la pereza o en la falta de temas suficientemente atractivos sobre los que escribir. En esta nueva etapa seré más libre, seguiré escribiendo sobre Recursos Humanos, Formación y Empresa, pero ampliaré el horizonte de este cuaderno de bitácora, y hablare de otras "humanidades", hablaré de viajes, de personas, de sociedad e incluso me atreveré con la política.

Escribiré opiniones, vivencias y sensaciones, como le he hecho hasta ahora, pero tocando otros temas, que en ocasiones aparecerán como desconexos entre sí, pero que tendrán una fuerte conexión: mi mirada crítica y las preocupación por las personas.

Espero que os guste este nuevo planteamiento, que pretende también contar con más lectores, y sobre todo con más participación. Entre todos podremos hacer un gran blog, ¡¡disfrutadlo!!