miércoles, 28 de octubre de 2009

Sueños cumplidos y III

Hay gente grande, muy grande. Y su grandeza consiste en tener detalles (a veces sencillos) que consiguen hacer felices a otros y hacerles cumplir sueños.

Los que seguís el blog con regularidad sabéis lo importante que era para mi y para mi familia ver cumplido el sueño de la “operación placa” (Sueños cumplidos y Sueños cumplidos II). Ver la placa conmemorativa del bautismo de mi padre en la iglesia de San Ginés ha sido una de las mayores satisfacciones del año (¿o de mi vida?). Fue un sueño maravilloso, aunque breve, como una estrella fugaz, brilló mucho, aunque poco tiempo. Ya sabéis que la placa fue retirada por el sacristán a las pocas horas de ponerla.

Pues mientras eso pasaba, alguien (grande, muy grande) quiso que mi sueño no fuese tan fugaz, pero sí más discreto, y se puso manos a la obra (nunca mejor dicho), para conseguir que, en algún rincón de San Ginés, el nombre del ilustre madrileño que nunca fue famoso, estuviese grabado, como el de Quevedo o el de Lope de Vega, para la posteridad.

Y es que Pepe no publicó libros (aunque alguno escribió), no vendió cuadros, (aunque pintó varios), no fue protagonista de ninguna película (aunque hizo de extra en Los últimos de Filipinas), no hizo nada que le hiciese famoso, pero fue ilustre, muy ilustre, y madrileño, muy madrileño, y se merecía tener su reconocimiento grabado para siempre, en el corazón del Madrid que le vio nacer.

Ya os dije en "Sueños cumplidos" que Madrid es mágico, y que en esta ciudad, como en esta vida, basta perseguir un sueño para que se cumpla… Un día soñé con una placa que todos pudiésemos ver para recordar a Pepe y la tuvimos, (por unas horas, pero la tuvimos); luego, puestos a soñar, soñé con que el nombre de mi padre no desapareciese nunca de esa Iglesia que tantos recuerdos le evocaba, nos evocaba… Y aunque parezca increíble, ese sueño se ha cumplido también. Hoy, en algún lugar de la Iglesia de San Gines, a pocos metros de la casa que le vio nacer hay una plaquita, pequeña, sencilla, como él lo fue, que recuerda que allí fue bautizado, en 1926, alguien ilustre, muy ilustre y buena gente, muy buena gente. Si algún día pasáis por allí, pensad que entre esos muros está el nombre y el recuerdo de Don José Hernández Palomo, de Pepe.

Gracias Esther y Arturo, sois grandes muy grandes, y sabéis que nunca olvidaré esto, de corazón. (¡Y el viernes pienso beberme con vosotros hasta el agua de los floreros!)

martes, 27 de octubre de 2009

Tengo una pregunta para tí


Pues sigo “haciendo Las Américas” La semana pasada participé de nuevo hablando sobre creatividad en el XVII Congreso de Gestión Humana de Ecuador. Lo bueno, o lo malo, de participar en congresos Internacionales es que uno ve que las tendencias son las mismas en casi todo el mundo. En los tres congresos que he participado recientemente (Republica Dominicana, Nicaragua y Ecuador) el denominador común ha sido la necesidad de crear, innovar y romper paradigmas. Y es que, como yo cuento en la ponencia, en Recursos Humanos, lo de innovar no se nos da demasiado bien, y esto se demuestra con la crisis. Son pocas las noticias que encontramos sobre creatividad en la gestión de personas, y muchas las que encontramos sobre ERES. Y en esto comparten también la culpa los sindicatos, pues son el primer freno a la innovación aenla gestión de personas en las organizaciones. En España, dentro de unas semanas se darán los premios “Expansión y Empleo” a la innovación en Recursos Humanos, apuesto a que no encontraremos nada sorprendente. Y esta noche en “Tengo una pregunta para usted" tendremos a los líderes de la patronal y de los sindicatos ¿Creéis que nos sorprenderán con su creatividad e imaginación?

Hoy no tengo ganas de escribir mucho más, así que os propongo un juego, ¿qué les preguntaríais? (Daré una mención honorifica a la pregunta más creativa)

viernes, 9 de octubre de 2009

¿Dónde estábamos?

Hoy se ha inaugurado, en Managua, el IV Congreso Nacional de Recursos Humanos, en el cual tengo la suerte de participar con una ponencia sobre creatividad. (Inauguración con himno nacional y bendición del sacerdote).

Latinoamérica no deja de sorprenderme. EL día 6 de octubre en el periódico Nuevo Diario, leía en la portada que, según el informe sobre desarrollo humano de 2009 publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Nicaragua es el país de más bajo índice de Desarrollo Humano en Centroamérica. Se codea, según el informe, con algunos paises africanos, y en Latinoamérica sólo es superado por Haiti. Basta salir a dar una vuelta por Managua para contemplar esta realidad, y basta hablar con los nicaragüenses para darse cuenta de que el gobierno (“títere de Chávez y de Evo”) no ayuda a lo contrario.

Sin embargo, a pesar de estas realidades, ahí están los nicaragüenses luchando por su propio desarrollo, y el de sus empresas, a pesar de los políticos, y, en concreto en estos días, luchando, con ilusión, por la formación y el aprendizaje de sus líderes de Recursos Humanos.

De las ponencias que he podido escuchar hoy, me ha gustado en especial, no por la forma, sino por el contenido (últimamente los ponentes damos mucha importancia a la puesta en escena y muy poca al contenido) la que ha dictado, al más puro estilo académico, Juan Bautista Arrien, representante de la Unesco en Nicaragua.

Ha disertado, con una humildad y una honestidad tremendas, sobre la crisis mundial y el papel de los gestores de Recursos Humanos en esta crisis. Una conferencia centrada en la persona como centro de cualquier organización, y en la necesidad de la realización de la persona en el trabajo. “No ha sido una crisis económica, -ha afirmado-, ha sido una crisis ética, y ¿dónde estaban en esa crisis los encargados de la gestión de personas? La gerencia humana se olvidó de la ética y de los Recursos Humanos es decir de las personas”

La verdad es que ante estas preguntas poco más puedo decir, tan solo invitaros a la reflexión. Todos sabemos que ha sido una crisis de valores…pero ¿Dónde estábamos? ¿Dónde estamos?