domingo, 21 de diciembre de 2008

Día 21: Agoreros

Mañana es el día de "la lotería", es decir el inicio oficial de las Navidades. Parece que con la crisis las ventas han bajado un 3%, aunque yo sigo pensando que desde que echaron al calvo....

Estoy convencido que me va a tocar, y por eso juego. Por eso y porque me gusta compartir. De todos los números que juego, que no son muchos, ninguno lo juego en solitario. Quizá ese es uno de los encantos de esta lotería, que casi todo el mundo comparte números con familia, vecinos, compañeros.... Ese y la convicción de todos de que va a tocar, lo que se traduce en sueños, planes, ilusión... (¿Quién no ha pensado a estas alturas que es lo que va a hacer con dinero del premio?).

Y hoy, en medio de mis sueños y mis planes, me encuentro con los agoreros, como no, mis amigos los académicos. Leo en varios medios que un estudio del CEU nos recuerda que la de Navidad es la lotería en la que tenemos menos oportunidad de ganar algo, y que con un 84, 32 % de probabilidad perderemos lo que hemos jugado. No contentos con la publicación del estudio, el profesor de Matemática Aplicada del CEU, Miguel Córdoba, afirma a abc.es, que el hecho de que el estado se quede con el 30% de las apuestas "debería hacer que evitáramos jugar, ya que en condiciones normales, y si apostáramos continuamente en todos los sorteos, por simple principio estadístico recuperaríamos como máximo el 60% de lo invertido". O sea, que este señor, que seguro que juega, como todos, se dedica a jodernos la ilusión del día 22. Y no contento con ello se ha dedicado a calcular los intereses medios que nos hubieran rentado los supuestos 20 euros de un décimo, si los subiésemos depositado en un banco en vez de haberlos "malgastado" comprando ilusión. Un friki, vamos.

Pues consciente plenamente, gracias al CEU, de las pocas posibilidades que tengo de hacerme millonario, me acostaré esta noche haciendo planes y pensando como gastar el premio, y me levantaré mañana con la cantinela de los niños de San Ildefonso que constituye uno de los villancicos más bonitos de estas fechas y que inaugura de forma oficial el periodo navideño.

¡Que la suerte os acompañe!

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