lunes, 20 de diciembre de 2010

Día 20: Y un jamón!!!

Ayer hablaba en este blog de la cesta de navidad, y cité como ejemplo de cesta más deseada, aquella que contiene los más apreciado por los empleados, o sea, ¡el jamón!, de hecho mi cesta de navidad, que yo mismo me regalo, (es lo que tiene ser autónomo) contiene tan sólo eso, un jamón.

No sé si algún musulmán fundamentalista leía mi blog, pero supongo que si lo hacía ya no lo hace… Yo sabía que los musulmanes no podían comer cerdo, pero no sabía que (los fundamentalistas) no aceptaban jamón como animal de compañía, o mejor dicho como ejemplo instructivo.

Para los que no sepan de que estoy hablando, no tenéis más que mirar la prensa de hoy, en ella leemos que una familia de musulmanes ha denunciado a un profesor por poner como ejemplo de las bondades de los climas fríos, la curación de los jamones de Trevélez (jamones estupendos, por otro lado). Al parecer puso ese ejemplo en una clase, el chaval fundamentalista se sintió ofendido, y de ahí…a la demanda.

O sea que no es que no puedan comer jamón, es que no les podemos hablar del jamón, hay que joderse. Propongo que cada vez que el chaval vuelva a clase, el profesor repita de forma muy rápida monja (como cuando éramos pequeños) a ver si le vuelve a denunciar.

Me acuerdo ahora de aquellos sevillanos que enterraron un cerdo en un solar del barrio de San Jerónimo, para que no se pudiese construir una mezquita que estaba prevista. Por un lado, y por otro, nos estamos volviendo locos.

Este tipo de conductas son las que se cargan todos los esfuerzos que desde un lado y otro, una religión y otra podamos hacer por la integración.

En mi vida he visitado varios países musulmanes, algunos varias veces, en algunos casos por trabajo, y en su mayoría por placer, y os puedo asegurar que la gente es bastante más normal que estos cuatro desquiciados que dan la nota reivindicando unos valores que ni siquiera son como los cuentan. Los hay más religiosos y los hay menos, como en el catolicismo, los hay que fuman y beben y los hay que respetan la doctrina al máximo, (como Alium, nuestro chofer en Senegal, que como no podía comer Jamón se nos cepilló toda la cecina que llevábamos para 15 días), pero en general es gente agradable, y respetuosa. Cada año, tengo además varios alumnos musulmanes, (con y sin velo) y jamás he tenido problemas en clase, y supongo que he hablado de jamones y de otras irreverencias varias en las que cada uno de ellos y de los no musulmanes podría haberse sentido ofendido si hubiese querido, (reconozco que mi estilo es algo iconoclasta).

A veces creo que no deberían de salir estas noticias para evitar alimentar el odio entre culturas, pero otras veces creo que es bueno que sepamos el daño que pueden hacer unos cuantos desequilibrados, como la familia de la noticia.

El jamón es parte de nuestra identidad, como alimento, como ejemplo y como icono, así que lo siento, pero a mí lo que digan estos taraos, de verdad, me importa un jamón.

(Desde aquí hago un llamamiento al consejo regulador Consejo Regulador del
Jamón de Trevélez, para que le envíen un jamón a tan sufrido docente)

4 comentarios:

Katy dijo...

Desde luego lo que no entiendo es que le de alergia la palabra "Jamón".
A mi no me gusta el cordero y sin embargo se lo hago a mi familia.
Los extremos se tocan. Que bonito es dorado medio.
Un abrazo y aprovecho para felicitarte kla fietas y a ver si el 2011 nos hace más sensatos y tolerantes.

Frito, Huevo Frito dijo...

Y lo peor de la historia es que ese chaval convive con una familia que le hace víctima de su profesor cuando en realidad es víctima del fundamentalismo de su familia. De hecho, ahora piden que se le cambie de instituto porque, dicen, ya no quiere ir a clase.
Y no me extraña! Qué adolescente en su sano juicio querría ir a clase después de que su familia monte un circo como este?
El probelma no es ni del profesor, ni del chaval, ni del jamón...

la elfa dijo...

Iba a poner aqui que estoy de acuerdo contigo, pero ahora quiero decir que estoy de acuerdo con el huevo frito!
Magnifico tu post!
Un beso

Anónimo dijo...

He visto a Iván solo en algún bar

Sancho