En Dortmund, Alemania, se ha inaugurado una exposición con cartas escritas desde hace más de cien años, por cientos de niños durante la navidad, pidiendo sus deseos al niño Dios o a San Nicolás (según las distintas tradiciones). La exposición se titula "Tráenos muchas cosas bonitas", y recoge cartas escritas desde finales del siglo XIX.
La verdad es que me encantaría leer esas cartas, reflejo de sueños y de ilusiones. Según leo en la prensa, la mayoría muy sencillos, fruto de una época difícil en Europa, como la del niño que pedía un “traje de baño”, o la niña que pedía “unos botones” o un “tubo de pasta de dientes”.
Nunca olvidaré, el año que, tras haber hecho de Rey Mago en una fiesta infantil, me puse a leer las cartas que nos habían entregado los niños, y entre todas las que pedían juguetes encontré una que pedía “un padre nuevo, porque el mío es un cabrón”…
Una de las cosas que más me gusta de la Navidad es “la carta”, la carta es toda una manifestación de deseos, de ilusiones. La carta es todo un símbolo, cuando éramos niños hacíamos la carta conscientes de que los Reyes Magos (Papá Noel no existe), nos traerían la mayoría de nuestros deseos. Hoy que somos mayores, a veces nos cuesta soñar, o al menos, nos cuesta plasmar nuestros deseos. El otro día, en una conferencia que impartí en Adiquímica, les comentaba a los participantes la necesidad de soñar, de tener ilusiones, y les decía que era bueno, como ejercicio, ponerlas por escrito. Poner por escrito los sueños, te ayuda a caminar hacia ellos. Quizá este sea un buen momento para escribir nuestra carta a los Reyes, para decirles con qué soñamos y contarles cuales son nuestros deseos.
Posiblemente cuando nos levantemos el 6 de enero, si releemos nuestra carta nos daremos cuenta de que los reyes nos han traído gran parte de lo que les hemos pedido. La mayoría de nuestros sueños y de nuestras ilusiones, dependen, en gran parte de nosotros mismos, y si el día de Reyes miramos hacia nosotros, veremos que desde ese mismo momento podemos empezar a construir los sueños desde nosotros. Cuántas veces, de niños, los Reyes nos han traído un juguete que hemos tenido que montar, o al que ponerle las pilas… Con las ilusiones nos pasa lo mismo, posiblemente no nos las traigan construidas, o con pilas, tendremos que construirlas nosotros, que darles vida, pero de lo que estoy seguro es de que nos traerán las piezas necesarias para hacerlo, y esas son las habilidades personales de cada uno.
Por supuesto como en la infancia los Reyes premian a los más buenos, los que han sido generosos y honestos tienen más posibilidades de ver junto a ellos todas las piezas para poder empezar a construir.
Una vez alguien me dijo que a veces, la vida frustra tus sueños, y tenía razón, pero lo maravilloso es que el ser humano tiene la capacidad de seguir soñando, y son esos sueños los que conducen al éxito y a la felicidad.
Así que ya sabéis, poneos hoy mismo a escribir las cartas, que como los controladores la vuelvan a liar no van a llegar a tiempo
2 comentarios:
Me has convencido, yo voy a escribir carta este anio. Lo mismo te dejo aqui una copia...
Y tú, ya has escrito tu carta?
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