martes, 21 de diciembre de 2010

Día 21: ¿A que me toca?

Pues ya está todo preparado, mañana me toca el gordo, al menos eso voy a pensar esta noche, y así duermo ilusionado. Siempre hay gente que me dice que es mejor pensar las cosas futuras poniéndose en lo peor, así, si luego la noticia es buena, uno se lleva una alegría, y si es mala, pues ya está preparado para afrontarla. Yo no estoy de acuerdo, y siempre les contesto que igual que un viaje se empieza a disfrutar desde el momento en el que se prepara, un evento negativo le empieza a amargar la vida a uno desde el momento en el que se anticipa, por lo tanto prefiero anticipar eventos positivos, y si luego no son tales, pues ese disfrute previo no me lo quita nadie, así que hoy voy a soñar que me toca la lotería.

Según leo en una encuesta de monster, un 10% de los españoles tiene claro que dejaría de trabajar si le tocase la lotería ¿solo un 10%? (Pero como nos gusta mentir en las encuestas). Un 36% se tomaría un año sabático (estos lo llevan claro si quieren volver a trabajar a la vuelta, tal y como están las cosas), y un 54% seguiría trabajando, lo mejor es que un 27% no dejaría su trabajo porque les encanta el trabajo y los compañeros (venga ya!! ¿A qué tipo de frikis les han pasado esta encuesta?, si les encantan sus compañeros que queden con ellos en el bar de la esquina, que no hace falta subir a la oficina para verles. Esto me recuerda a mi amigo Ivan, que dice que no le gustan los bares, pero que tiene que entrar en ellos para ver a sus amigos.) Aunque la verdad es que hay gente para todo, leo en una noticia de 2008 que un tal Luke Pittard, un británico que ganó casi 3 millones de dólares en la Lotería Nacional del Reino Unido, regresó a trabajar a un McDolnald porque echaba de menos a sus colegas. (Sin comentarios, menos mal que soy autónomo y esto no me va a pasar)

Yo creo que si de verdad nos tocase mucha pasta la mayoría dejaríamos de trabajar, o al menos dejaríamos una gran parte de nuestro trabajo para elegir de verdad aquello que queremos hacer. Yo siempre he dicho que trabajo por dinero, porque lo necesito, y que, sentada esta primera premisa, he tratado de elegir un trabajo que me entusiasma, pero reconozco que si pudiese elegir no haría la mitad de las cosas que hago y me dedicaría a viajar.

Si bien es verdad que dejar de trabajar tiene sus peligros, venía oyendo en la radio la historia de José Manuel Calvo, un gallego que acabó suicidándose después de ganar 10 millones de euros, y de fundirse casi toda la pasta en mujeres de moral distraída, juegos, coches y malas amistades (yo las malas amistades ya las tengo, desde preescolar, pero gracias a Dios no me piden dinero). Buscando datos sobre esto me he encontrado verdaderos listados de personas que arruinaron su vida, o acabaron con ella, por haberles tocado la lotería, como Callie Rogers, que con 16 años le tocaron más de 2 millones de Euros y se los fundió entre lujos y regalos a la familia (lo lleva claro mi familia…)

En fin, que a mí mañana me va a tocar la lotería, pero no os preocupéis, que como por actualizar el blog no cobro, seguiré actualizando, y así evito suicidarme.

1 comentario:

la elfa dijo...

La suerte esta echada =)que nos toque a todos un pellizquito anda porfa