viernes, 3 de diciembre de 2010

Día 3: De disgusto en disgusto

Qué disgusto me llevé ayer, y no cualquier disgusto, un disgusto de los gordos. Ayer España perdió su oportunidad de celebrar el Mundial de futbol de 2018, no sé si podré superarlo, pero al final la candidatura rusa se impuso, entre otras, sobre la española.

Después de haber perdido el sueño olímpico de Madrid 2016 (Sí, el de “tengo una cabezonada” de Gallardón), tenía yo la esperanza de poder ver otro mundial en España, digo otro porque yo, aunque parezca más joven, viví el del 82, y me tragaba los sábado a medio día los dibujos animados de naranjito. (Esos eran dibujos animados para inteligentes, y no los Simpson). Pero parece que España, esta vez, tampoco lo ha conseguido…que le vamos a hacer.

Me entristecerá no ver las calles de mi ciudad y de mi país llenas de hinchas multicolores, celebrando la gran fiesta del deporte, enriqueciendo nuestras calles con un paisaje multicultural y gritando borrachos por las calles, vomitando en los parques infantiles y escoltados por la policía, entrando en los estadios, como rebaños de ovejas escoltadas por sus perros pastores. (Por cierto, me hace gracia lo de “escoltados” cuando todos sabemos que van “vigilados”. No creo que una horda de hooligan ingleses necesite mucha escolta para no sentirse agredidos… El lenguaje a veces tiene juegos divertidos). En Sudáfrica leí que uno de los grandes negocios, además de las bubucelas, (me contó Helene que las fabricaban, como no, los chinos, a los cuales no les gusta demasiado el futbol) fueron los chalecos anti puñaladas con los escudos de las distintas selecciones. La gran fiesta del futbol…

De todas formas nos sé porque no nos dejan celebrar nada, ni 2016, ni 2018, nada, a ver si es que resulta que los españoles no somos capaces de generar confianza en el panorama internacional, no creo que sea por eso ¿no? O igual sí…

Hoy ha ido el mismo ZP a intentar convencer a la FIFA, y aún así nada…raro, ¿no? Aunque ya escribí yo aquí que si teníamos que convencer presentando cosas en público, los españoles la cagábamos siempre, lo primero porque no sabemos inglés (Bueno, ahora los americanos están mosca, porque creen que ZP lo entiende y se lo tenía callado, os lo juro, lo leí en el periódico el miércoles) y lo segundo porque no sabemos hablar en público. Cada vez doy más cursos de presentaciones y cada vez me doy más cuenta de cómo el sistema educativo español ha descuidado algo tan importante como la capacidad de expresar las ideas con claridad y eficacia, y no hay más que ver el panorama político para comprobarlo. Por lo visto ayer Angel María Villar, el presidente de la Federación Española, habló durante 15 minutos, cuando tan sólo disponía de 5. El a su aire… Hay que saber mucho para poder hablar poco, me dijeron alguna vez, y en el difícil arte de la comunicación la forma es tan importante como el fondo, a ver si lo aprendemos.

En fin, que no convencieron a nadie, y ahora me quedo yo con el disgusto.

1 comentario:

la elfa dijo...

A mi si me hubiese gustado, encantado de hecho, el mundial. Se que hay mucha gente en contra, pero seria una gran fiesta, con hooligans para fastidiarla, pero aun asi una gran fiesta! y yo el del 82 lo vivi pero no recuerdo mas que a naranjito!
Las presentaciones... a ver, para que va Villar o ZP? que manden a Iniesta, a Casillas, a Puyol, que se yo, tenemos un equipo que acaba de ganar el Mundial, que es joven y dinamico, no seria pues mas razonable mandarles a ellos? en fin....