jueves, 24 de diciembre de 2009

Nochebuena

Hoy es la primera Noche Buena sin mi padre, supongo que debería decir que no es demasiado buena. Pero supongo también, y estoy cansado de oírlo que la vida sigue, que hay que recordar sólo lo bueno, que hay que seguir, y que hay más gente alrededor…pero es tan difícil…

Ayer alguien me decía que es absurdo recordar con nostalgia (o, más exactamente, con cruel pena) los momentos felices de otras navidades, porque si lo analizásemos racionalmente seguro que no han sido tan felices como creemos, o por expresarlo de otra forma, hay momentos fuera de la Navidad que seguramente han sido más felices, y, en los que, a lo mejor, no pensamos tanto.

Pero los humanos somos así, y necesitamos símbolos para mirar atrás, y la Navidad es uno de esos símbolos, y yo hoy miro atrás y veo 38 años con su mano en mi mano, primero él llevándome a mí, y luego yo llevándole a él.

Hoy me gusta pensar que está en una estrella (como el papá de Silvia) que me ve, que me siente, pero sobre todo hoy quiero sentirle yo a él, como cuando cortaba el jamón, o abría las nueces, o era el Papá Noel particular de sus nietos.

Hoy con un dolor grande, muy grande, quiero que mi noche sea buena, muy buena, porque las 38 anteriores lo fueron gracias a él y yo soy lo que soy, en este 24 de diciembre de 2009 gracias a él y a 38 Nochebuenas. Hoy podía buscar el recurso del humor, para aplacar mi pena, pero a veces hay que dejar que el alma sienta, sin engañarse. Y así, sin engañarse, con dolor y con tristeza, y siempre (no me cansaré de decirlo) con agradecimiento, brindaré por él y desearé que mi noche sea buena, muy buena, como lo fueron las otras 38 en las que le disfruté.

3 comentarios:

Katy dijo...

Hola yo pasé por estos mismos sentimientos hace tres años y por una pequeña depresión. Porque por supuesto que hay momentos vividos mucho más hermosos a lo largo de la vida. Pero en los días en los que se reúne toda la familia es cuando más notamos ese vacío. Tu post de hoy lo podría haberlo escrito yo perfectamente.
Feliz Años y piensa que no se si en una estrella o en dónde pero nadie se muere mientras haya alguén que le recuerde en su corazón. Y a juzgar por tus palabras el sigue más vivo que nunca.
Un abrazo

humo dijo...

(Te descubro hoy).
Has tenido la suerte de disfrutar treinta y ocho años de tu padre.
Dentro de unas nochebuenas será un recuerdo dulce y le contarás a tus hijos historias llenas de humor y ternura: eso es la Navidad, entre otras cosas.
Un abrazo

Nuñez dijo...

Perdí hace algunos años el espíritu de la Navidad. estas fechas que fueron felices en la niñez, ya de adulta se han cebado conmigo.
Las vísperas de Nochebuena, a mi padre le diagnosticaron un cáncer... les que murió el 2 de febrero. Cuatro años mas tarde, cuando de nuevo volvía a renacer la ilusión, murió mi madre, de un infarto... la víspera de Reyes...
Los dos caminaron tras una estela... entre luces de colores y sonidos de panderetas.
Me queda mucho de ellos, pero cada año, cuando empieza la algarabía de la Navidad, no puedo evitar sentir una honda pena que enmascara miedo y dolor.
Cuando pasa la noche de Reyes, y todo vuelve a la normalidad, de nuevo renazco a la vida. Y sonreír desde el corazón.